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TROPS mide la huella de CO2 de todas sus actividades desde el 2018, resultando una fijación de CO2 de más de 60.000 Tn de CO2, demostrando la importancia de la agricultura en la lucha contra el cambio climático, además de su compromiso con el desarrollo sostenible de los entornos donde está presente, y con la sociedad en general.
Desde TROPS somos conscientes y responsables del impacto que generan nuestras actividades en la sociedad y en el medio ambiente, y por ellos estamos comprometidos con la mejora de los entornos donde, prueba de ello es que fuimos la primera empresa del sector agroalimentario en certificar nuestra estrategia de Sostenibilidad con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por Naciones Unidas, y somos socios del Pacto Mundial de Naciones Unidas desde 2020.
Dentro de esta estrategia, uno de los ODS que hemos considerado como prioritario para TROPS es el ODS 13: Acción por el clima, estableciendo una serie de medidas destinadas a disminuir cualquier impacto negativo de nuestra actividad en el medio ambiente.
La Huella de Carbono de TROPS abarca todas las actividades que emiten o fijan CO2, desde el cultivo nuestros aguacates y mangos, su transporte desde las fincas de los agricultores a los centros de recepción y transformación (Motril, Coín, Jete, Tavira, o Vélez), las operaciones de procesamiento, embalaje, almacenamiento y maduración y el transporte hacia el destino final, principalmente a todos los países de Europa. El resultado de este cálculo, fijación menos emisión, es que la actividad de TROPS y de sus agricultores fijan alrededor 60.000 Tn de CO2. Este resultado, pone de manifiesto el impacto positivo que tiene la agricultura en general, y la actividad de nuestros socios en particular, en el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.
Algunas de las medidas que TROPS ha implantado encaminadas a reducir aún más sus emisiones son la instalación de placas fotovoltaicas en nuestra sede de Vélez-Málaga, la renovación de maquinaria por otra más eficiente, la optimización de los transportes de fruta o la reducción del uso de plásticos (un 74 % menos desde 2018 a 2020), lo que nos ha permitido reducir nuestras emisiones cada año a pesar de continuar creciendo como cooperativa.