Hoy en día todos hablamos de alimentación, cada vez estamos dándole más importancia a nivel sanitario y eso es ¡genial!, pero cuidado, no caigamos en la trampa de algunas Fake news nutricionales que aparecen en muchos medios de comunicación, en charlas con amigos o por redes sociales. En este artículo de los amigos de La Habitación Saludable, os contamos los 8 mitos más comunes sobre la nutrición. ¡Allá vamos!
1. El agua durante las comidas engorda
El agua tiene cero calorías tomada al principio, durante o al final de la comida, por más que circulen teorías disparatadas. Además, la constante hidratación nos otorga numerosos beneficios para el organismo, así que no olvides tu botella de agua para que te acompañe siempre.
2. La fruta después de las comidas engorda
Comer fruta antes o después de comer no influye en la pérdida o ganancia de grasa corporal. Esto se debe a que, independientemente de la hora del día donde tomemos dicha fruta, el aporte calórico y nutricional es exactamente lo mismo. Lo que sí recomendamos es que se aumente el consumo de fruta, ya que ésta nos va ayudar en numerosos aspectos de la salud (vitaminas, minerales, fibra, entre otras). Conviene que tomemos fruta a diario, como mínimo tres piezas al día pues, además de aportar nutrientes saludables nos ayudan a prevenir enfermedades.
3. Los ‘alimentos light’ adelgazan
Los alimentos light son aquellos a los que se les ha reducido un 30% del valor calórico con respecto al alimento de referencia, pero eso no significa que sirvan para adelgazar, ya que para perder o ganar grasa corporal, el principal protagonista es el balance energético total (ingerir menos calorías de las que tu cuerpo gasta a lo largo de un tiempo). Por tanto, lo realmente importante para perder grasa corporal es seguir una alimentación basada en alimentos de toda la vida, y no consumir productos “light”, ya que generalmente suelen estar elaborados con ingredientes de baja calidad nutricional.
4. Saltarse las comidas adelgaza
Este hábito no es del todo saludable. Lo recomendable sería que la ingesta diaria se repartiera en 5-6 tomas no por gusto, sino porque así conseguimos un equilibrio entre el hambre y la saciedad, llegando a las comidas sin un hambre excesiva y no llegamos a comer más cantidad de lo recomendado.
5. El azúcar moreno engorda menos que el azúcar blanco
La principal diferencia es que el azúcar moreno no es sometido a un proceso de refinado, sino que solo es cristalizado y centrifugado, en el que los cristales de azúcar blanco son mezclados con melaza de caña, envolviendo así a cada cristal. Es lo que se conoce, como el azúcar integral y debido a ese concepto erróneo, al consumirse tanto azúcar en la actualidad las personas la utilizan en grandes cantidades pensando que es más saludable, cuando en realidad nos aporta las mismas calorías y tiene prácticamente la misma composición química y nutricional.
6. Comer hidratos de carbono por la noche engorda
Los hidratos de carbono no engordan por sí mismos, un exceso de ellos sí que podría hacerlo, pero igual que de proteína o de grasa. Lo que ocurre es que en la actualidad la mayoría de las personas suelen llevar una vida sedentaria. En esta situación no es conveniente tomar cenas copiosas o abundantes. Aumentaremos la cantidad de hidratos si aumentamos nuestra demanda energética por un aumento de la actividad física diaria.
7. El desayuno es la comida más importante del día
No hay ningún dato que lo justifique desde el punto de vista dietético nutricional. Todas las comidas que realizamos durante el día son importantes. Lo realmente importante es hacer una buena elección de alimentos en el desayuno, ya que de poco nos sirve hincharnos a calorías para empezar el día si éstas provienen de alimentos poco recomendables.
8. La vitamina C del zumo de naranja
“Bébete el zumo ahora, que está recién exprimido”. “Si tardas mucho en tomarlo, se quedará sin vitaminas”. Aunque la vitamina C (ácido ascórbico) se oxida con rapidez si se deja el zumo de naranja a temperatura ambiente, la sustancia que se genera, denominada ácido dehidroascórbico, sigue teniendo las mismas propiedades de la vitamina C. La vitamina C se conserva perfectamente en el zumo hasta 12 horas, aunque el sabor puede volverse más amargo.
Como ves, de lo que nos digan y leamos debemos creernos la mitad. Siempre hay que hacer un contraste de la información y tirar de fuentes fiables, así crearemos un criterio propio. Lo más fácil para no picar es basar nuestra alimentación en ALIMENTOS. También debemos conocer y saber leer el etiquetado nutricional, tanto el listado de ingredientes como la tabla nutricional.
¿Y tú, qué otros mitos sobre nutrición conoces? Cuéntanoslo a través de nuestras Redes Sociales. ¡Os leemos! 😉