El precio juega un papel esencial a la hora de elegir un producto, aunque los consumidores están cada vez más concienciados con la necesidad de hacer una compra responsable y favorecer el desarrollo sostenible, según un estudio presentado hoy por el Club de Excelencia en Sostenibilidad y Eroski.
Durante su intervención en la presentación, celebrada hoy en Madrid, el presidente de Eroski, Agustín Marcaide, ha recordado que “el consumo alimentario tiene un enorme impacto ambiental; el consumidor lo sabe y reacciona, pero es importante que sepa qué significa cada acto de consumo”.
Del estudio dado a conocer hoy se desprende que la crisis ha modificado los hábitos de consumo y que “el factor económico está siempre por delante”, aunque al mismo tiempo los ciudadanos “contribuyen al consumo responsable mediante el ahorro de energía o el reciclaje”, ha explicado en su presentación la directora de marketing de Eroski, Leire Barañano.
“El contexto de crisis actual es el argumento sobre el cual el ciudadano ha inscrito sus pautas de comportamiento y actitudes con respecto al consumo responsable y al desarrollo sostenible”, según este informe, que tiene entre sus objetivos mostrar cómo los consumidores determinan sus decisiones de compra.
Barañano ha señalado que “hay mucha desinformación, poco conocimiento y poca sensibilidad” por parte de la mayoría de los consumidores, por lo que las instituciones y empresas deben esforzarse por hacer campañas informativas “que facilitan mucho las cosas al ciudadano”.
En este sentido, el presidente de Eroski, Agustín Marcaide, ha remarcado la necesidad, por parte de las empresas, de “elegir cuál es su actitud frente a los consumidores”, y decidir si quieren implicarse o no con la información al consumidor o con los trastornos que provoca una mala