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¿No puedes parar de comer entre horas? Prueba a incluir en tu menú del día medio aguacate. Este fruto tiene un poderoso efecto saciante que ayuda a reducir el deseo de seguir picando después del almuerzo, según afirma un estudio de la Universidad de Loma Linda (California), publicado en la revista «Nutrition Journal».
Los investigadores reclutaron a 26 hombres y mujeres de mediana edad, sanos, pero con sobrepeso, a los que les dio un menú estándar, y otro en el que se introdujo medio aguacate en una ensalada aliñada con aceite, limón y sal, para determinar cómo influye su ingesta en la sensación de saciedad, azúcar en sangre, respuesta de la insulina y toma posterior de alimentos. «Se trata del primer ensayo clínico que valora la saciedad postingesta del aguacate», explica a ABC el doctor Joan Sabaté, jefe del departamento de Nutrición de la Universidad de Loma Linda y director del equipo de investigación.
Los participantes que habían añadido el medio aguacate a su almuerzo reportaron un 26% más de satisfacción y un 40% menos de apetito tres horas después del almuerzo. Cinco horas después, la disminución de las ganas de comer era de un 28% comparado con las que tenían después de tomar el menú estándar. «Nuestros resultados parecen extrapolables a personas jóvenes o mayores, con peso normal u obesidad», apunta el autor principal del estudio, quien advierte de que el aguacate, contrariamente a lo que muchos piensan, «no contiene mucha grasa, solo un 15%, pero sí mucha fibra y agua (73%), dando una sensación de saciedad al degustarlo».
Un factor importante en el control del peso porque «si la gente se siente satisfecha, es menos probable que pique entre horas», señala el doctor Sabaté. Los investigadores también observaron que, a pesar de que el aguacate incrementó la ingesta de calorías y carbohidratos en los participantes, «no hubo un aumento de los niveles de azúcar en sangre más allá de los observados tras el menú estándar. «El potencial papel del aguacate sobre el control de azúcar en sangre merece una mayor investigación», opina el autor principal del estudio.