El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha presentado el Anteproyecto de ley de fomento de la integración de cooperativas y de otras entidades asociativas alimentarias, lo que supone una reforma estructural para facilitar las fusiones, especialmente supraautonómicas. Según ha indicado Arias Cañete en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del viernes, este anteproyecto es, junto al de mejora de la cadena de valor -también presentado este día- el compromiso más importante con la que el Gobierno concurrió a las últimas elecciones para el sector agrario.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha apuntado en su intervención que el sector cooperativo aún está muy “atomizado”, con mas de 4.000 cooperativas y sociedades agrarias de transformación, que facturan 17.000 millones y crean 100.000 empleos directos.
Sin embargo, “no tenemos una cooperativa española entre las 25 más importantes europeas”, ha recalcado Sáenz de Santamaría.
Arias Cañete ha subrayado la importancia del sistema agroalimentario en todas sus fases en España, al concentrar el 7,8 % del PIB español, 1,8 millones de trabajadores y casi el 10 % del empleo nacional, pero ha reconocido la atomización que afecta a las cooperativas agrarias, lo que influye en el poder de negociación de los agricultores, que soportan bajos precios en origen.
Para el ministro, es necesaria una reforma estructural “muy potente” para reducir el número de cooperativas y aumentar su tamaño a través de procesos de integración o fusión, lo que supone redimensionarlas, hacerlas más competitivas y más internacionales.
Ha precisado que hay más de 4.000 cooperativas en España, pero su facturación es “muy baja”, ya que no llega a 5 millones de euros de media y 17.405 millones de euros a nivel global en 2011, lo que da muestra de que es un sector “atomizado” y de “escasa dimensión”.
Según ha detallado, dos cooperativas de los Países Bajos facturan los mismo que 4.000 españolas y tienen una capacidad de innovación y exportación que está a “a años luz”, a pesar de que ellos cuentan con menor dimensión territorial y menor población.
En este sentido, ha precisado que la primera cooperativa europea factura 9.481 millones de euros (en referencia a Friesland-Campina) y Vion (también de Países Bajos) obtiene 8.500 millones de euros, mientras que la principal española, Coren, cuenta con 966 millones.
Ha abogado por grupos españoles que sumen volúmenes suficientes para atender la exportación, especialmente a países emergentes que necesitan de “agresividad comercial notable”.
La ley contribuirá a hacer más potente, competitivo, innovador y exportador el sistema cooperativo español y con ello, mejorar la capacidad de traslación de costes a los precios finales de los productos, ha añadido.
Entre las principales novedades del anteproyecto, el ministro ha citado un Plan Nacional de Integración Cooperativa que coordinará todas las políticas de asociación que impulsen Gobierno y comunidades autónomas y la creación de la figura de la “entidad asociativa prioritaria”.
Esta última tendrá carácter “supraautonómico”, tendrá que cumplir con unos requisitos de comercialización conjunta y volumen mínimo de facturación establecido y, además, contará con prioridad en la concesión de ayudas y beneficios, como acceso a financiación preferente.
También obtendrá apoyos específicos en materia de seguros agrarios, I+D+i, formación o nuevas tecnologías.
Con el nuevo modelo cooperativo, según el ministro, se tendrán directivos más profesionalizados y se ganará capacidad de negociación para equilibrar la cadena agroalimentaria.
Para justificar el apoyo específico a estas entidades asociativas que el Gobierno fomentará, Arias Cañete ha recordado que, con la legislación actual, era difícil alcanzar una fusión entre cooperativas de distintas comunidades y “totalmente imposible” llegar a una única entidad que integrara a todo un sector nacional.
Por ello, “han eliminado trabas” y habrá “incentivos” para acercarse a las facturaciones de las entidades europeas y que puedan asumir proyectos de transformación e industriales más ambiciosos, y de innovación y una mayor internacionalización.